Doña Amanda reía y lloraba a medida que se iba acercando a su clímax total, el cual explotó momentos después en el interior de sus entrañas, permitiéndole alcanzar el nuevo y tan deseado orgasmo. Por largos segundos se agitó como un animal herido. Los músculos de la vagina pulsaban vigorosamente, apretando y prácticamente ordeñando mi pene, haciéndome llegar a la cúspide de una manera rápida y prodigiosa. En sucesión vertiginosa sacaba mi verga, casi hasta desconectarme, para luego meterla violenta y bestialmente en forma total. De pronto, gemí profundamente, clavé mi estaca hasta el fondo y un torrente de esperma se derramó en las profundidades del caliente túnel. Mis espasmos eran fuertes y me sacudieron hasta que terminó la eyaculación.
Dña Amanda no se contuvo. Gritó cuanto quiso, estremeciéndose con fuerza. Yo me desmadejé encima de ella y permanecimos así, abrazados, jadeando, durante largo rato. Finalmente, giré y quedamos acostados uno al lado del otro, recuperando el aliento. Nos abrazamos estrechamente, uniendo nuestros cuerpos, respirando agitadamente, recreándonos en el placer experimentado.fotos gordas gratis - culos chicas - videos de sexo - tetas grandes naturales- bisexuales follando - maduras tetonas
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